Una alianza por el turismo competitivo en España
Impulsar y garantizar un marco regulatorio estable y predecible
En un entorno como el local, donde los cambios son más perceptibles por el efecto de proximidad, es fundamental que el entorno normativo sea coherente, cohesionado y predecible. La certidumbre es el activo más importante que valoran los inversores, tanto a la hora de transformar modelos de negocio consolidados como, sobre todo, para impulsar y expandir nuevos modelos de turismo sostenibles. Es necesaria una mayor y más eficiente coordinación legislativa en materia de consumo y fiscalidad entre los distintos niveles de la administración, especialmente en las capas locales, que permita más dinamismo y generación de valor añadido entre las empresas del sector turístico.
Incentivar un modelo de competitividad justo y seguro
Es importante que las administraciones y el sector destinen recursos conjuntamente a vigilar y perseguir usos intrusivos e ilegales que comprometan la seguridad de la oferta turística de España. Competur está a disposición de las autoridades locales para cooperar en la generación de entornos urbanos que integren una oferta de ocio y turismo de calidad con un alto nivel de calidad de vida de los ciudadanos y aseguren un correcto uso del espacio público como lugar de socialización. La seguridad de las ciudades mejora cuando estas gozan de actividad económica.
Respaldar nuevas ventanas de atracción turística: fomento de los eventos deportivos, culturales y de negocios para incrementar la notoriedad
La promoción de España como gran destino turístico no debe centrarse únicamente en los activos tradicionales, sino también en aquellos otros complementarios que son incipientes y tienen un efecto tractor progresivo sobre la atracción de demanda. Los eventos deportivos, culturales y de negocios son uno de los drivers que incrementan los flujos turísticos entre países, generando un impacto económico indirecto muy relevante sobre muchos sectores del tejido productivo. En el ámbito de la restauración, España debe seguir apostando por un marco que, dentro de la responsabilidad y el cumplimiento con la legislación vigente en materia de publicidad y servicios audiovisuales, facilite y fomente la inversión en publicidad y patrocinio de este tipo de eventos, fundamentales para incrementar exponencialmente la actividad en las ciudades.
Diferenciar nuestra marca país en todo el mundo: turismo responsable y de calidad, dentro y fuera de España
Poner en marcha campañas de promoción que pongan en valor los principales activos de nuestra cultura y que, a su vez, representan nuestra ventaja competitiva sobre el resto de destinos. En el ámbito de la restauración, es importante respaldar y visibilizar la oferta hostelera en nuestras ciudades, promover los sellos distintivos de calidad y considerar la “cultura de la tapa” como Bien Cultural Inmaterial. Todo ello nos permitirá diferenciarnos por elementos singulares de nuestra oferta y no únicamente por elementos de los que pueden disponer más países, como los precios asequibles.
Incorporar al debate una visión a largo plazo y a todos los públicos involucrados
Existe la necesidad de reforzar unos instrumentos de gobernanza turística más profesionalizados, que integren a más instituciones, entiendan y respeten el marco competencial y con una mayor involucración del sector privado. Para ello, proponemos la aprobación de un Plan de Ciudad Activa que especifique, además de propuestas específicas para el impulso de la competitividad de la economía del núcleo urbano, el modelo de toma decisional basado en el diálogo con todos los actores relacionados con las políticas de impulso de la ciudad: asociaciones empresariales sectoriales, organismos públicos y entidades del Tercer Sector. Esta estructura de gobernanza posibilitará brindar una visión multidisciplinar a las políticas locales y estimar mejor los costes y beneficios de esas policies. Un ejemplo de ello ha sido el Ayuntamiento de Valencia, que ha desarrollado una estructura de gobernanza inclusiva en la que ha institucionalizado la coordinación de las acciones turísticas con otros departamentos del ayuntamiento y con agentes sociales y económicos.
Campañas públicas en origen y destino para la mejora de la reputación
El turismo genera grandes externalidades positivas: crea incentivos para el mantenimiento de la tradición arquitectónica, la construcción de mejores medios de transporte, políticas más intensivas de seguridad pública, una preocupación por la limpieza e imagen de los espacios públicos, entre muchos otros. La turismofobia puede constituir un riesgo para el sector y su muy positivo impacto sobre nuestra economía. En última instancia, además, perjudica también a otras actividades que se nutren del sector. El sector respaldará y sumará sus recursos a los de las administraciones públicas en todas aquellas campañas que busquen la mejora de la convivencia entre el turista y el residente.
Atracción del talento para satisfacer la demanda de puestos de trabajo cualificados
Incrementar la oferta formativa en conocimiento del sector turístico, en general, y del hostelero, en particular, a fin de dar lugar a perfiles cualificados que son cada vez más
demandados. Para ello, es necesario que las administraciones públicas ayuden al sector a visibilizar que existen puestos cualificados por los que se obtiene una buena remuneración. La matriculación en los ciclos formativos de Hostelería-Restauración está lejos de aumentar al ritmo que lo hace en otras disciplinas. En los próximos 9 años se generarán 8.6 millones de oportunidades mayoritariamente de reemplazo como fruto del relevo generacional. Solo en el sector hostelero se estima que habrá 787.677 oportunidades de empleo: una demanda aproximada de 100.000 anualmente hasta 2026 para, posteriormente, disminuir hasta 72.000 anuales hasta 2030.
Digitalización: facilitar el acceso a financiación para la transformación del sector turístico en las ciudades
El sector turístico recibe ayudas a través de programas específicos de financiación de su correspondiente ministerio. Sin embargo, a menudo no existen ayudas específicas para turismo en los niveles de gobierno autonómico y local, y las PYMEs acceden a programas generales de financiación. Estos programas generales, por su naturaleza, no se adaptan a las necesidades de las empresas del sector ni, sobre todo, impulsan su transformación. Es decir, estamos perdiendo esas oportunidades de transformación del sector a través de financiación. Para atajar este problema, es recomendable, en primer lugar, incrementar el número de ayudas y programas de financiación específicos para empresas del sector turístico, con condiciones y baremaciones que persigan la transformación del modelo y que incorporen factores de digitalización.
Por otra parte, es recomendable desarrollar la creación de líneas de producto por parte de Entidades Locales en las que exista una participación directa de las empresas en su financiación y en el diseño de las actividades promocionales y de comercialización. En relación a esto es necesario, también, formar a las plantillas actuales en competencias específicas para el sector turístico para que se adapten a los cambios digitales La tendencia del sector es de una, cada vez, menor formación bonificada en materia digital. Es obligado revertir esta tendencia para mejorar la productividad de nuestras empresas. La heterogeneidad del turismo en España conduce a que cada región y ciudad gocen, en realidad, de un perfil turístico diferente (cultural, urbano, de aventura, de playa…). Incrementar la formación en competencias digitales por parte del sector público más cercano a la realidad social, las Entidades Locales, permite la posibilidad de implementar una formación digital adaptada a las particularidades de la zona. Las partidas procedentes de los Fondos NextGeneration que las Entidades Locales están recibiendo constituyen una oportunidad. Sería conveniente destinar una parte de ellos a la mejora de la digitalización y la competitividad de los destinos, con herramientas para que las empresas puedan acometer la innovación y transformación que requieren nuestros visitantes y la mejora del estilo de vida de los residentes.
Ampliar el número de Destinos Turísticos Inteligentes e impulsar los ya existentes
Las ciudades consideradas como destinos turísticos inteligentes (DTI) tienen como principal rasgo la innovación de carácter tecnológica. Algunos aspectos están ya muy presentes en algunas de nuestras ciudades a través de, por ejemplo, estaciones de Wifi gratuito o conectividad 5G. Sin embargo, existe aún un amplio margen de incremento que puede brindarle un salto cualitativo a la experiencia del turista: sensores en las ciudades para medir la densidad del tráfico y el paso de los peatones, la luz ambiental, las averías en las vías de suministro o el estado del agua.
Generar un ecosistema público-privado de generación y transferencia de conocimiento sobre la competitividad del turismo a medición de las estrategias
La integración del turismo en las estrategias urbanas no pasa únicamente por la generación de estructuras transversales de gobernanza, sino también por la creación de un ecosistema de generación de datos agregados de carácter cualitativo que profundice en las particularidades de la competitividad turística y pueda reflejar los aspectos en los que existe un mayor margen de mejora.
Ya existen múltiples organizaciones en nuestro país, que generan o analizan datos. La mayoría, de carácter cuantitativo: desde organismos del sector público, como consejerías de Turismo o algunos ayuntamientos, hasta entidades del sector privado como HOSTELTUR, asociaciones de consumidores o plataformas como la propia Competur. Sin embargo, esta generación de datos carece, en ocasiones, de mayor profundidad cualitativa y de una orientación específica hacia la elaboración de políticas públicas a través de recomendaciones claras que faciliten atajar directamente los principales issues identificados.
Apoyamos e impulsamos al sector turístico español a través de su competitividad
COMPETUR nace con la vocación de convertirse en una organización que participe del debate de la competitividad turística en nuestro país, actuando en pro del sector que más riqueza aporta a la economía española.
El turismo como motor de la economía española
Constituye el 11% del PIB (271.000 Millones de euros).
Más de 30.000 millones de euros de ingresos por impuestos y más de 90.000 millones de euros de gasto por turistas.
En 2018 contribuyó a crear más de 2.300.000 empleos directos.
Crecimiento acumulado del 20% desde 2010.
En materia comercial, supone el 16% de las exportaciones de bienes y servicios, casi 60.000 millones de euros al año.